En el campo de los sistemas de seguridad, cuando nos referimos a una alarma, no sólo estamos hablando de un elemento, sino de varios elementos que constituyen un sistema de seguridad. He ahí la primera diferencia. Coloquialmente solemos referirnos a “una alarma” cuando, siendo más estrictos, deberíamos referirnos a un sistema de seguridad integral para nuestro negocio u hogar

Métodos de activación de alarmas

Algunas alarmas son activadas manualmente, sin embargo, hay otras alarmas que son activadas automáticamente por un grupo de sensores que captan señales. Éste suele ser el caso habitual, tanto en las alarmas de prevención de incendios que captan los cambios bruscos de temperatura y humo provocados por el fuego, o sea en caso de una intrusión no autorizada en nuestra casa o negocio.

Alarmas cableadas: este tipo de alarmas están instaladas con sistemas de cables que están conectados, usualmente, a las líneas telefónicas. Si bien estos dispositivos de seguridad están controlados por un sistema automático, están conectados a través de cables escondidos y resguardados.

Alarmas con instalaciones inalámbricas: estos sensores se comunican vía radio con la centralita. Su instalación es más sencilla, pero también se enfrentan a otros problemas como los inhibidores de frecuencia que intentan interrumpir esa señal inalámbrica. Las empresas están invirtiendo mucho dinero y esfuerzo en mantenerse por delante de los cacos en cuanto a tecnología.

Alarmas domésticas antirrobo: Las que tratamos en Ecoecurity. Avisan a los residentes del hogar si algún intruso ha intentado o ha ingresado a su residencia. Además, alertan al mismo tiempo a la policía. Son la mejor herramienta con que contamos hoy en día para prevenir robos en nuestro hogar. También es importante seguir los consejos de seguridad en nuestra vivienda que nos ofrece la Policía.